Por: NICOLÁS OLIVARES
Es complicado comenzar a enumerar todas las cosas que han cambiado para el género urbano nacional desde noviembre del 2020. Eran contados con los dedos de unas cuántas manos los artistas que habían logrado pegar un tema al punto de sonar fuera del país. Artistas que hoy son figuras internacionales como Marcianeke, Pailita, Standly, Cris Mj y El Jordan 23 aún no lograban la popularidad de la que gozan hoy. Y sobre todo, el panorama estaba ampliamente dominado por el trap y el mambo, que fueron rápidamente desplazados por el reggaetón, el cuál domina hasta ahora el mercado de la música «Made in Chile«.
Aquel lejano noviembre se publicó el que hasta hace poco fue el último lanzamiento de Pablo Chill-E, uno de los artífices de la popularización del trap en nuestro país. Esa publicación fue el SHISHI Mixtape, que se encuentra dentro de los proyectos lanzados ese año por el astro de la Shishigang (junto a Cruzifikado, Flaites NY y Shishi Plugg), que si bien fueron de una calidad más que aceptable, no parecían mostrar el potencial completo de Pablo Acevedo en ellos, como si quizás hubiese ayudado tener un intervalo de tiempo más amplio entre los lanzamientos, y así detener el ritmo frenético que no ayudaba a la hora de digerir la nueva música que estaba siendo arrojada en nuestra dirección.
Y vaya que tiempo hubo, ya que por problemas de índole contractual, no fue sino hasta marzo del 2023 que Pablo pudo mostrar al mundo una creación que se había estado gestando durante más de dos años, y que se transformó en el disco más esperado alguna vez lanzado en el género chileno: El Duende Verde. Un monstruo de veinte canciones más un bonus track de puro trap, que si bien fue pospuesto su lanzamiento en más de una ocasión, la campaña de marketing asociada a este y llevada a cabo en las RRSS de Pablito hicieron que estos retrasos solo aumentara las expectativas.
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A pesar de que este leviatán de una hora y seis minutos de extensión está repleto de colaboraciones, comienza con tres temas en solitario. Desahogo es uno de los openers más magistrales que escuché en un proyecto de trap en el último tiempo, en el que Pablo suelta la frustración y las decepciones que no había podido exponer en todo este tiempo, sin miedo a mostrar los momentos en que se ha sentido vulnerable o inseguro, todo esto montado sobre una pista con arreglos de piano y cuerdas exquisitos. Los temas siguientes, Nunca Duermo y Una Bolsa palidecen un poco en comparación, pero solo por el peso y calidad del track que les antecede. De estos temas destaco sobre todo las líricas del primero con un guiño a Asueto incluido, y la producción de Una Bolsa, del siempre exótico Xander, uno de los protagonistas de este disco.
Aparte de Robin Hood, un tema corto y entretenido que es uno de mis favoritos, entre muchas cosas por su letra donde Pablo se caracteriza como otro popular personaje, de ahora en adelante comienza el festival de los feats, ya que los siguientes temas nos presentan a un verdadero ejército de diecinueve artistas y doce productores (que muchas veces son los más artistas de todos). A pesar de no poder publicar cosas por su cuenta, Pablito pudo seguir sonando gracias a las colaboraciones, demostrando siempre ser un gran invitado, y un artista realmente camaleónico al destacar en cualquier ritmo, nunca opacando al artista dueño del tema. En esta ocasión, además, demostró también ser un gran anfitrión, cediendo en varias ocasiones el spotlight, llevando a artistas que no suelen hacer trap a su propio terreno, y dejando que se luzcan en pistas de este subgénero.
Dentro de los puntos altos del disco hay temas que remiten de gran manera a los inicios de la carrera del Shishiboss, como Mínimo Esfuerzo, una nueva entrega de un dúo de larga data como el que lo une con Duki, que comenzó con el remix de Misiones, pasó por temas como Fifty Fifty, Goteo Remix y Hablamos Mañana con Bad Bunny, y que ahora nos vuelve a mostrar la tremenda química entre el puentealtino y el astro trasandino sobre una oscura y pesada producción de Distobal que se roba la película. Otra canción de estas características es Puerto, donde la forma en la que están mezcladas las voces de Pablo y Aqua VS, una de las grandes nuevas figuras del trap, me recuerdan de la mejor manera al sonido presente en discos como Youngsta y Flaite Shit, en aquellos lejanos 2017 y 2018.
Si tengo que elegir mis temas favoritos del mixtape, uno de los primeros que nombraría sería Magic Johnson. El coro es pegajoso, la producción de Savage Bright es tremenda, y contiene dos de los momentos clave para mí de todo el proyecto: el storytelling de Pablo sobre el Mercedes robado, faceta en la que me gustaría escucharlo más seguido; y la parte de Tunechikidd, quién creo que fue el artista que mejor aprovechó su tiempo y la partió como ninguno en el disco. Las canciones que vienen antes y después también están entre mis favoritas. En Exótica, Xander nos muestra uno de los beats más esquizos y brillantes que he escuchado en Chile, cuyos inquietantes chirridos los he llegado a escuchar hasta en mis sueños. En Verde y Azul, en tanto, es un agrado inmenso escuchar a Chill-E sobre un beat de drill, encontrando su match perfecto en uno de los grandes cultores de este ritmo en Chile como Piero 47, que desde luego tuvo un gran performance en el género que más le acomoda.
Otros highlights incluyen Tiramos Pa Arria, tema con una preciosa letra, y que me sorprendió de buena forma al incluir a un artista como Nickoog Clk que nunca había escuchado en trap, además por tener a seis productores […] trabajando en una sola canción, que igualmente queda justificado puesto que suena bastante bien. Chinese con su beat reminiscente al hit Singapur y la vuelta al trap de Young Cister en Shupano son otras gratas sorpresas, y un tema que toma aún más notoriedad en la actualidad es C.C.P., puesto que es una de las últimas instancias en las que pudimos escuchar la profunda y severa voz del fallecido Galee Galee, que se eleva como otra de las mejores performances en el lanzamiento.
Sin embargo, no todo es positivo en el proyecto, pues con la cantidad de canciones, hay algunas que claramente están uno o más niveles abajo en cuanto a calidad. Rescato algunas como 5TA y Hago Dinero, que me gustan pero pienso que se sienten «incompletas» por decirlo de alguna forma, y otras como Racks In, El Rey y Silent Hill, que siento que no calzan del todo, pero me gustaría escucharlas en otros proyectos. La primera de estas, por ejemplo, ganaría mucho más sumando a Julianno Sosa (hoy lamentablemente en arresto) y poniéndola en el planeado a futuro «Flaites Miami«; la segunda, me hubiese gustado como lanzamiento propio de DirtyBwoi, ya que dentro de todo es un tema interesante, y se siente casi como un tema gospel. Mismo caso de Silent Hill, que calzaría perfecto en un nuevo álbum de Flor de Rap, que no lanza un disco desde Mariposa en 2021.
Por otro lado, hay temas que derechamente descartaría con tal de hacer más conciso el proyecto, sobre todo considerando que están casi al final de este, dificultando un poco más el escucharlo todo del tirón. Está Drip Splash con Polimá Westcoast y ARON, que se siente ligeramente repetitivo y carente de sorpresas, y Yoga, uno de los intentos por revivir a Gianluca, y en el que si bien no lo hace mal, no creo que esté actualmente a la altura de los demás colaboradores. Un punto a favor de este mixtape, es que si estos temas son los que dejaría para el «descarte», entonces se trata de un gran disco, puesto que para nada consideraría alguno de estos temas como «malo», y creo que prácticamente todos están por sobre lo «aceptable».
De todas formas, el balance general es positivo a pesar de que algunas cosas no están del todo claras. Un ejemplo es como la línea que podría definir si este proyecto es un mixtape o un álbum pareciera no existir por lo difusa que es. Y debo admitir que si lo considerara como un LP, quizás la calificación final sería un poco menor. Ahora, juzgándolo como un mixtape, un conjunto de canciones lanzado sin un orden y concepto unificado en específico, creo que es un disco muy por encima de la media, sobre todo en el contexto del género urbano de nuestro país. Probablemente Pablo Chill-E nos entregó el lanzamiento más importante del trap chileno, y uno que solo es superado por S.U.N.O. en calidad, cosa bastante difícil de superar, y que me gustaría que sigan saliendo discos que rivalicen con este mixtape en esos términos por parte de otros artistas.
Así como S.U.N.O. logró consagrar a Pablo como cabecera del movimiento y comenzar a masificar el trap en Chile, El Duende Verde demostró que la llama sigue ardiendo después de cinco años, incluso con un drástico cambio en las tendencias musicales en el plano urbano de por medio. Chill-e asegura en entrevistas que una vez lanzado el material que quedó cautivo ante la imposibilidad de sacar música durante estos años, se concentrará en crear proyectos frescos, incluso se le ha visto creando temas de reggaetón y de tinte más romántico junto a Kreamly. Quizás es momento de que el joven Acevedo se aventure con un disco de larga duración, concebido y ejecutado como un álbum desde el principio, quién sabe con qué sorpresas nos podríamos encontrar.
Mi calificación para este disco es de un 8 de 10.

En memoria de Gabriel Zúñiga, alias Galee Galee
1994-2023. El rey por siempre.
