Por: CRISTIAN AVILÉS
Gabriela Arcos es un nombre nuevo dentro de la escena chilena. En el verano del 2021 lanzó sus dos primeros singles y ya entrado marzo, se decidió a publicar su álbum “A Solas”. El EP, compuesto por cinco canciones y con una duración de veintiún minutos, es el primer lanzamiento de la cantautora antofagastina. El disco es una invitación a estar en completa tranquilidad, todo esto en un contexto donde la calma parece estar totalmente ausente en la vida de muchos.
A su vez, el EP explora la pena y la soledad de una manera increíble. Siempre me han causado lejanía los autores que muestran su tristeza de forma forzada, pero creo que este no es el caso. Gabriela Arcos logra cautivar al auditor con letras genuinas y cercanas. En ese sentido, se nota mucho la inspiración en la cantante mexicana Carla Morrison, mencionada incluso en la biografía de Spotify de la artista.
Las dos canciones que abren el disco (“No Lo Volveré a Hacer” y “Tener Diecisiete”) me recuerdan mucho sonoramente a lo que realizó anteriormente María Colores en el momento más exitoso de su carrera, pero sin caer en tópicos que a la larga pueden resultar cansinos o repetitivos, como esta idea de un mundo donde todo es mágico y lindo. Gabriela Arcos logra ir un paso más allá y se muestra más cercana a una realidad cotidiana, mucho más humana.
Una de las principales virtudes del EP es la consistencia. El proyecto inicia con dos canciones relativamente movidas, pero es a partir de “El Humo”, en el que la paz se va apoderando lentamente de la primera producción de Gabriela. Por otra parte, la pista más emotiva del álbum no es esa, sino que es el track siguiente, “Noches de Verano” dedicada a los amigos y amigas de la artista, que debido a la pandemia ha podido ver muy poco. Esta es sin duda una muestra de lo que Arcos puede lograr, ya que al ser esta problemática muy común en el último tiempo por evidentes motivos, consigue conectar con el oyente, que a su vez, logra empatizar con lo que siente la autora.
El disco fue producido por Wally Lara y masterizado por Felipe Díaz y lanzado sin el amparo de un sello, sin embargo, carece de grandes errores técnicos que dificulten la escucha del álbum. Se nota que hay una preocupación de entrada por sonar bien, lo cual está perfecto. No obstante, creo que es importante recalcar que con “sonar bien” no me refiero necesariamente a que todo se escuche totalmente limpio. Al contrario, en “A Solas” se experimenta también con un sonido más sucio, pero que aporta, porque te ayuda a envolverte en la atmósfera en que sumerge Gabriela, la soledad y el encierro.
Por otro lado, tampoco es que el primer disco de Gabriela Arcos esté lleno de arreglos, es más bien simple, es simplemente ella expresando sus ideas. Pero no todo lo simple es malo, así como no todo lo complejo es bueno. No es llegar y escribir un par de pensamientos, meterle un par de instrumentos y ya está. Hay todo un trabajo detrás y creo que acá todo se conecta correctamente, no hay elementos que suenen fuera de lugar ni incómodos. Se logra mucho con muy poco.
La producción finaliza con “Esperanza”, que a pesar de ser otro track muy sereno, a su vez es un grito fuerte y firme de lo que siente Gabriela Arcos. Es un autorretrato en forma de canción. Es nuevamente, abrirse al auditor y conectar. Además, contiene una frase que resume la idea global del álbum, “quiero ser más humana, hacerle honor a mi nombre, convencerme de que puede haber un mañana, dejar de ser fragmentos de lo que no soy”. Al final, todos los caminos en lo musical llevan a los sentimientos de la cantautora, ejecutados de gran manera en las cinco canciones que componen el EP.
Sinceramente, creo que Gabriela tiene el potencial y las herramientas para convertirse en uno de los nombres fuertes de la escena indie pop chilena. Su voz es agradable de escuchar y solo transmite paz. La música que ella está realizando, y que cuenta con este disco como testimonio, tiene la capacidad de resonar con un gran número de personas. Invito a todos y todas quienes lean esta crítica a escuchar con atención el álbum porque, sin duda, Gabriela Arcos tiene muchas cosas que entregarle a su público.
7/10
